Todos los que seguís mi blog ya sabéis que mi sueño es correr el Ultra-Trail du Mont-Blanc (UTMB), la carrera más prestigiosa de montaña, pero a la vez la más dura ¿Pero por qué la quiero correr? ¿En qué consiste?
Realizar la vuelta al Mont Blanc es descubrir un universo incomparable, el de la impresionante y mágica alta montaña; es compartir el sueño eterno de los pioneros, es atravesar el jardín mágico de Gaston Rebuffat y los relatos de Roger Frison-Roche y descubrir la geografía íntima de las cumbres: el contorno del Mont Blanc, la arista de Bionnassay, la Noire de Peuterey, la Dent du Géant, la pared de los Grandes-Jorasses, las puntas sur y norte del Aiguille du Tour, Aiguille Verte, la vertical de Drus.
Es un verdadero brote de agujas de granito, de altas cumbres cristalinas, donde la erosión de una intensidad excepcional ha cortado, serrado, tallado, roto y parcelado el imponente alzamiento de viejas rocas, descubriendo un paisaje de una belleza excepcional (Roger Frison-Roche, guía escritor).
La carrera suele tener 166 Km y 9.500 m de desnivel positivo, aunque suele ser habitual que la organización modifique los trazados a última hora en función de la meteorología. Por ejemplo, este año, el trazado final sumo un total de 170 Km y un desnivel superior a los 11.000 m positivos.
Un ultra no es una competición, no es una carrera, es un viaje necesario para conocerse a uno mismo. Allí no existen máscaras, las emociones son puras, reales, fuertes. ¿Quieres descubrirte a ti mismo? Corre un ultra trail (Kilian Jornet).
Se trata de un reto, un reto contra la distancia, contra la altitud, contra la tenacidad y por supuesto, contra la capacidad de sufrimiento ¿Alguien se anima?
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| Recorrido oficial del UTMB |
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